Copio a continuación una entrevista realizada a mi padre en Arahal información:
Ohmio, un club con más de 30 años de historia contada por José María Gamboa
La historia del Club de Ohmio no se hubiera escrito sin José María Gamboa Segura, el Pena, hubiese renunciado a sus sueños de convertir a los niños de Arahal en auténticos atletas. Y
lo ha conseguido, la prueba de que así ha sido es su sucesor, el actual presidente del Club, José Antonio Bonilla Gómez. Hoy es un hombre, con familia, pero cuando el Pena lo conoció no tenía más de doce años. No es el único, cientos de niños han entrenado con él, han ido a correr por toda Andalucía y aún más lejos. A muchos los ha enviado fuera, con dolor de su corazón pero pensando en su futuro. “Aquí no hay pistas para entrenarlos es nuestra próxima meta”.
lo ha conseguido, la prueba de que así ha sido es su sucesor, el actual presidente del Club, José Antonio Bonilla Gómez. Hoy es un hombre, con familia, pero cuando el Pena lo conoció no tenía más de doce años. No es el único, cientos de niños han entrenado con él, han ido a correr por toda Andalucía y aún más lejos. A muchos los ha enviado fuera, con dolor de su corazón pero pensando en su futuro. “Aquí no hay pistas para entrenarlos es nuestra próxima meta”.
- Hoy eres el presidente honorífico de Ohmio, después de más de 30 años luchando por el atletismo en Arahal, ¿todavía tiene metas?
Se ha hecho mucho pero todavía hay mucho que hacer. Quiero volver a poner en marcha las escuelas deportivas y que algún día, en el terreno que tenemos frente, poder animar a los niños en una
buenas pistas deportivas. Mira…
buenas pistas deportivas. Mira…
(El terreno al que se refiere José María Segura es el que queda al lado de la nueva ubicación del Club Ohmio, un local encima de las instalaciones del 061, junto a la autovía. El local fue cedido
por el Ayuntamiento, aunque han sido ellos quienes lo han acondicionado con duchas para mujeres y hombres, un gimnasio casi sin aparatos para entrenar, una oficina y el cuarto de los trastos. Eso
sí tienen una estantería con algunos trofeos y fotos de recuerdo).
por el Ayuntamiento, aunque han sido ellos quienes lo han acondicionado con duchas para mujeres y hombres, un gimnasio casi sin aparatos para entrenar, una oficina y el cuarto de los trastos. Eso
sí tienen una estantería con algunos trofeos y fotos de recuerdo).
-Media vida dedicada a correr, incluso cuando correr no estaba muy bien visto.
Ahora todo el mundo quiere hacer deporte, pero al principio éramos Manuel Lobato y yo. Nos decían que estábamos locos. Ahora somos los más mayores. Manuel sigue corriendo, yo lo he tenido que
dejar porque me operaron la cadera. Se acabó el correr para mí.
dejar porque me operaron la cadera. Se acabó el correr para mí.
-¿Esos años eran los de los grandes maratones como la de Nueva York?
A Nueva York he ido dos veces. Pero aquí tenemos corredores, gente de otros pueblos, compañeros de maratones, que han llevado el nombre del Club Ohmio de Arahal por todo el mundo, China,
Japón, Australia y distintos países de América. Corren y se inscriben con nuestra camiseta.
Japón, Australia y distintos países de América. Corren y se inscriben con nuestra camiseta.
-Tengo entendido que el más importante de sus logros es el grupo de niños que empezaron aquí y ahora corren por toda España con otros clubes.
Tengo niños en el club de Utrera y en el de Nerja, en la División Nacional de Atletismo. Allí están Jesús Brenes, Fabiola Bermúdez o José Luis Sánchez.
-Y esto sin disponer de unas Escuelas Deportivas como en otros tiempos.
Pero me gustaría recuperarlas porque antes había más de 100 niños y niñas de todas las edades corriendo, en esos años el presidente actual del Club Ohmio tenía 12 o 13 años y mira, siguen con
nosotros.
nosotros.
-También fue uno de los fundadores de la media maratón La Cal y el Olivo. ¿Cómo fue el origen de esta carrera?
Los corredores de Arahal y Morón de la Frontera coincidíamos en todas las carreras de los alrededores y siempre comentábamos la posibilidad de organizar una entre estos dos pueblos. Entonces
la única carrera larga de los alrededores era la de Los Palacios-Sevilla. Así que nos pusimos manos a la obra y se lo plantemos a ambos ayuntamientos.
la única carrera larga de los alrededores era la de Los Palacios-Sevilla. Así que nos pusimos manos a la obra y se lo plantemos a ambos ayuntamientos.
-¿Cómo fue la primera edición?
Cuando empezó eran 20 kilómetros y nos parecía mucho. Los primeros años hubo que buscar corredores porque no llegábamos a cubrir ni el mínimo, en esta última edición, que se ha presentando
esta semana, hemos tenido que cerrar el plazo de inscripción unos días antes porque ya el cupo estaba completo. Ahora vienen corredores de toda Andalucía, solo de Cádiz hay un 30 por ciento
de la inscripción todo los años.
esta semana, hemos tenido que cerrar el plazo de inscripción unos días antes porque ya el cupo estaba completo. Ahora vienen corredores de toda Andalucía, solo de Cádiz hay un 30 por ciento
de la inscripción todo los años.
-Y los corredores de Arahal.
Arahal es el único pueblo que ha ganado esta media maratón dos veces. Y este año tenemos la posibilidad de que haya un corredor al menos entre los cuatro primeros.
-La colaboración con las concejalías de Deportes de los dos pueblos se ha mantenido durante las 29 ediciones de La Cal y el Olivo.
Hemos estado siempre ahí, los primeros años también colaboró el Club Arunci de Morón pero despareció durante un tiempo, ahora vuelve a estar.
(José María nos enseña orgulloso un trofeo que le han regalado en la presentación de la prueba de atletismo, hecho de olivo y cal).
-¿Recuerda alguna anécdota de esas primeras ediciones?
Hay muchas pero me acuerdo especialmente de dos. En la primera carrera en 1982 Manuel Lobato y yo pusimos un puesto de avituallamiento a la altura del cortijo María Zata y nos llevamos una
garafa de 25 litros de agua y no duró nada. Días antes había llovido y entre unas piedras se había acumulado mucha agua, allí la volvimos a llenar. No dijimos nada y cuando llegamos a Morón todo
los corredores nos felicitaban por lo buena que estaba el agua. Era agua de lluvia sin cloro, por eso estaba buena.
garafa de 25 litros de agua y no duró nada. Días antes había llovido y entre unas piedras se había acumulado mucha agua, allí la volvimos a llenar. No dijimos nada y cuando llegamos a Morón todo
los corredores nos felicitaban por lo buena que estaba el agua. Era agua de lluvia sin cloro, por eso estaba buena.
-¿Y la otra?
Pues recuerdo que la primera entrega de premios, que fue en Morón, la hicimos montado en un remolque agrícola.
-Ahora habrá mejorado la infraestructura al menos
Y tenemos muchos colaboradores porque hay tres puntos de avituallamiento y nuestras familias están con nosotros ayudándonos.
El Club Ohmio lleva más de 30 años apoyando y enseñando a aquellos que quieren practicar atletismo en toda la zona. Tiene en sus vitrinas trofeos de varios campeonatos de España y de Andalucía en
varias modalidades. Pero nada de ésto hubiese sido posible si no hubiera estado detrás una persona, con interés, dedicación y ganas de trabajar. El Club Ohmio ha tenido la suerte de tener a José
María Gamboa Segura, es posible que sin él o sin su amigo Manuel Lobato que está desde el principio, nada hubiera sido posible. Aún le quedan proyectos, sí. Y no son tiempos buenos para los
proyectos pero ¿quién sabe? Parte de sus sueños se han hecho realidad. Ahora sólo le queda ver correr a sus niños desde la ventana de la nueva sede, en unas nuevas pistas de atletismo.
Entonces será como si no lo hubieran operado de la cadera, como si no hubiesen pasado 30 años.
varias modalidades. Pero nada de ésto hubiese sido posible si no hubiera estado detrás una persona, con interés, dedicación y ganas de trabajar. El Club Ohmio ha tenido la suerte de tener a José
María Gamboa Segura, es posible que sin él o sin su amigo Manuel Lobato que está desde el principio, nada hubiera sido posible. Aún le quedan proyectos, sí. Y no son tiempos buenos para los
proyectos pero ¿quién sabe? Parte de sus sueños se han hecho realidad. Ahora sólo le queda ver correr a sus niños desde la ventana de la nueva sede, en unas nuevas pistas de atletismo.
Entonces será como si no lo hubieran operado de la cadera, como si no hubiesen pasado 30 años.
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